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54Parashot_C-51

Parashá 51 Nitsavim

Deuteronomio 29:10(9) – 30:20
Por Dr. K. Blad

Segunda edición 2013-14 (5774)

Prohibida toda reproducción lucrativa.

Aliyás de la Torá (los años cuando se lee Nitsavim por separado):

  1. 29:10-12 (9-11 heb.)
  2. 29:13-15 (12-14 heb.)
  3. 29:16-29 (15-28 heb.)
  4. 30:1-6
  5. 30:7-10
  6. 30:11-14
  7. 30:15-20
  8. Maftir: 30:18-20

Aliyás de la Torá (cuando se lee Nitsavim junto con VaYelej):

  1. 29:10-29 (9-28 heb.)
  2. 30:1-6
  3. 30:7-14
  4. 30:15 – 31:6
  5. 31:7-13
  6. 31:14-19
  7. 31:20-30
  8. Maftir: 31:28-30

Haftará: Isaías 61:10 – 63:9

Los Escritos Mesiánicos: Revelación 17:1 – 18:24

Nitsavim

Significa “(estáis) de pie”.

Comentarios

Primera aliyá, 29:10-12 (9-11 heb.)

29:10(9) “Hoy estáis todos vosotros en presencia de HaShem vuestro Dios: vuestros jefes, vuestras tribus, vuestros ancianos y vuestros oficiales, todos los hombres de Israel” (LBLA revisada) – En esta última renovación del pacto antes de la entrada en la tierra prometida están incluidos todos, también los que habían salido de Egipto y que no habían nacido dentro del pueblo de Israel, como está escrito en Éxodo 12:38a:

“Subió también con ellos una multitud mixta” (LBLA)

Esta multitud mixta de otras nacionalidades habían hecho la conversión en Egipto antes de comer del cordero de pesaj, porque ningún varón extranjero podía participar del cordero sin estar circuncidado en la carne, lo cual implica una conversión al judaísmo, como está escrito en Éxodo 12:48-49:

“Pero si un extranjero reside con vosotros y (quiere) celebrar la Pascua a HaShem, que sea circuncidado todo varón, y entonces que se acerque para celebrarla, pues será como un nativo del país; pero ninguna persona incircuncisa comerá de ella. La misma Torá se aplicará tanto al nativo como al extranjero que habite entre vosotros.” (LBLA revisada)

Los conversos de las naciones que han entrado en el pacto deben ser tratados de la misma manera que los israelitas nativos, y tienen la misma responsabilidad para cumplir los mandamientos que los judíos. La expresión “La misma Torá” no incluye a los pueblos de las demás naciones, sólo los israelitas y los conversos, los que están dentro del pacto de Sinai.

Segunda aliyá, 29:13-15 (12-14 heb.)

29:14-15(13-14) “Y no hago sólo con vosotros este pacto y este juramento, sino también con los que están hoy aquí con nosotros en la presencia de HaShem nuestro Dios, y con los que no están hoy aquí con nosotros” (LBLA revisada) – Esto nos enseña que este pacto incluye a los que no habían nacido todavía, lo cual puede compararse con la oración de Yeshúa en Juan 17:20-21 donde está escrito:

“Mas no ruego sólo por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno. Como tú, oh Padre, (estás) en mí y yo en ti, que también ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste.” (LBLA)

Tercera aliyá, 29:16-29 (15-28 heb.)

29:18(17) “no sea que haya entre vosotros hombre o mujer, familia o tribu, cuyo corazón se aleje hoy de HaShem nuestro Dios para ir y servir a los dioses de aquellas naciones; no sea que haya entre vosotros una raíz que produzca fruto venenoso y ajenjo.” (LBLA revisada) – Esta raíz de amargura es la idolatría de los antepasados de Avraham, como se ve en Josué 24:2 donde está escrito:

“Y Yehoshúa dijo a todo el pueblo: Así dice HaShem, Dios de Israel: “Al otro lado del río habitaban antiguamente vuestros padres, es decir, Teraj, padre de Avraham y de Najor, y servían a otros dioses.” (LBLA revisada)

En Hebreos 12:15 está escrito:

“Mirad bien de que nadie deje de alcanzar la gracia de Dios; de que ninguna raíz de amargura, brotando, cause dificultades y por ella muchos sean contaminados.” (LBLA)

Según la segunda regla de interpretación del nivel pshat, por la similitud de expresiones (guezerá shavá), la raíz de amargura de la cual se habla aquí se refiere a la idolatría, al igual que en el texto de Deuteronomio.

29:19(18)b “Y de esa manera añadir lo regado a lo sediento.” – Según Najmánides, este es el entendimiento correcto de estas palabras, y su explicación es que lo regado se refiere a lo satisfecho y lo sediento se refiere a lo que desea. Sin embargo, según Rashí y Onkelos debe ser entendido: “para sumar las faltas involuntarias a las faltas conscientes”.

29:28(27) “y HaShem los desarraigó de su tierra con ira, con furor y con gran enojo, y los arrojó a otra tierra, hasta hoy.” (LBLA revisada) – Según el Talmud[1] es una referencia a las diez tribus que tendrán que permanecer en otra tierra hasta que venga el siglo venidero. La palabra “hasta hoy”, literalmente “como en este día”, es interpretada como una referencia al olam habá, el siglo venidero.

29:29(28)b “Las cosas secretas pertenecen a HaShem nuestro Dios, mas las cosas reveladas nos pertenecen a nosotros y a nuestros hijos para siempre, a fin de que guardemos todas las palabras de esta Torá.” (LBLA revisada) – Esto nos enseña que tenemos la responsabilidad de transmitir a nuestros hijos todas las cosas que el Eterno nos ha revelado. Si el Eterno te ha revelado quién es el Mesías, ¡pasa esa revelación a tus hijos!

También significa que los pecados que son cometidos privadamente en secreto no pueden ser juzgados por un tribunal humano, sino serán condenados por el tribunal celestial, y que HaShem no juzga al pueblo por esos pecados. Sin embargo, los pecados que han sido cometidos abiertamente tendrán que ser juzgados por los líderes del pueblo para que el castigo de ellos no caiga sobre todo el pueblo.

Cuarta aliyá, 30:1-6

30:1 “Y sucederá que cuando todas estas cosas hayan venido sobre ti, la bendición y la maldición que he puesto delante de ti, y las hagas volver a tu corazón en todas las naciones adonde HaShem tu Dios te haya desterrado” (LBLA revisada) – Cuando habla de “todas estas cosas” hay una referencia al capítulo 28 donde habla de las bendiciones y las maldiciones. Todas estas cosas ya han venido sobre los hijos de Israel a lo largo de la historia. Este versículo nos ubica en los últimos tiempos, después de que todas estas cosas hayan venido sobre Israel. Aquí la Torá habla de lo que va a venir después de las bendiciones y las maldiciones que están escritas en el capítulo 28. Nosotros estamos viviendo en ese tiempo ahora y nos ha alcanzado el poder de esta promesa.

La gran mayoría de los descendientes de Israel ha perdido su identidad por causa de la asimilación. Los pocos millones de judíos que hay hoy en día no son más que una pequeñísima parte de todos los descendientes de las doce tribus. Los judíos son, principalmente, descendientes de sólo tres tribus, Yehudá, Binyamín y Leví.

Las diez tribus fueron arrojadas a “otra tierra hasta el día de hoy”, cf. 29:28, en singular. En 28:64 también se habla de una dispersión a “todos los pueblos”. Esto quiere decir que el pueblo de Israel, las doce tribus, han sido esparcidos a todos los pueblos que existen en la tierra. Entre todas las naciones hay descendientes físicos de Israel, como dice también el profeta Oseas en 1:10a:

“el número de los hijos de Israel será como la arena del mar, que no se puede medir ni contar” (LBLA)

El profeta Oseas fue enviado a profetizar sobre las diez tribus del norte.

Nuestro padre Avraham recibió promesas de que sus hijos iban a ser de tres maneras; como el polvo de la tierra, cf. Génesis 13:16, como las estrellas del cielo, cf. Génesis 15:5; 22:17, y como la arena en la orilla del mar, cf. Génesis 22:17. Yitsjak sólo recibió la promesa de que sus descendientes serían como las estrellas, cf. Génesis 26:4, y Yaakov sólo recibió la promesa de que sus hijos serían como polvo de la tierra y la arena del mar, cf. Génesis 28:14; 32:12. Las estrellas son una referencia a los hijos celestiales, los fieles hijos espirituales, los hijos de Dios. La tierra se refiere a Erets Israel, la Tierra de Israel. El polvo de la tierra se refiere a los hijos físicos que viven en la tierra de Israel. Si comparamos el texto de Génesis 22:17 con Génesis 32:12, vemos que la promesa en cuanto a la arena tiene dos connotaciones. HaShem le dijo a Avraham que su descendencia sería como la arena en la orilla del mar, pero a Yaakov dijo que iba a ser como la arena del mar. No es lo mismo ser arena junto al mar que ser arena dentro del mar. El mar simboliza las naciones gentiles, cf. Salmo 93:3-4; 144:7; Isaías 17:3; Ezequiel 26:3. Hay tres tipos de arena del mar. Una parte de la arena está a la orilla del mar y es siempre visible y nunca llega a ser cubierta por el mar. Otra parte de la arena, que está más cerca del mar, es expuesta ante los ataques de las olas y la marea y, por lo tanto, a veces está fuera del agua y, a veces, está debajo del agua. La tercera parte de la arena siempre está debajo de las aguas del mar. La arena que está a la orilla del mar y que nunca llega a hundirse se refiere a los israelitas y judíos que están entre las naciones guardando la Torá como un freno contra el mal, como está escrito en Jeremías 5:22:

“¿No me teméis? -declara HaShem. ¿No tembláis delante de mí, que puse la arena como frontera del mar, límite perpetuo que no traspasará? Aunque se agiten las olas, no prevalecerán; aunque rujan, no pasarán sobre ella.” (LBLA revisada)

Aquella arena que, a veces, está dentro del mar y, a veces, fuera, son aquellos judíos que viven una vida de compromiso, los que no logran resistir los diferentes tipos de ataque de los gentiles y, por lo tanto, a veces, son sumergidos entre las aguas y, a veces, pueden vivir una vida judía. La arena dentro del mar son aquellos israelitas y judíos que han sido asimilados entre los gentiles y ya no viven como judíos. Y de la misma manera que hay mucho más arena dentro del mar que en la orilla del mar, así hay muchos más descendientes de Israel que están hundidos entre los gentiles que los que viven separados de ellos. La mayoría de los descendientes de Avraham han sido absorbidos totalmente por las costumbres y las culturas gentiles y paganas.

La palabra hebrea traducida como arena es jol,[2] que viene de la raíz jul o jil[3] que significa:

  1. Q. girar, retorcerse, temblar, tener dolores de parto; Poel retorcer, dar a luz; Poal estremecerse, nacer; Hi. sacudir; Ho. nacer; Hitpoel girar, estremecerse, acobardarse; Hitpael temblar
  2. Q. ser firme
  3. Q., Poel y Hitpoel esperar.[4]

Esto nos enseña que la arena son aquellos descendientes de Avraham que han estado dando vueltas por el mundo, los que han temblado en las naciones, los que han tenido dolores de parto mortales, como Rajel, esperando la venida del Mesías, los que han sido estremecidos y sacudidos por el odio, las persecuciones y las matanzas.

Hay unos pocos millones de judíos que nunca perdieron su identidad, y la mayoría de ellos no están viviendo en la tierra de Israel, están todavía esparcidos entre las naciones. Pero la gran mayoría de los descendientes de Israel no saben acerca de sus ancestros israelitas y viven sirviendo a “otros dioses de madera y de piedra”, así que su identidad ya no es israelita, sino gentil.

Por lo tanto, cuando la Torá habla aquí de una vuelta de Israel en los últimos tiempos, tenemos que definir bien a qué grupo de la descendencia de Israel se está refiriendo. Vamos a analizar este texto más a fondo:

“Y sucederá que cuando todas estas cosas hayan venido sobre ti, la bendición y la maldición que he puesto delante de ti, y las hagas volver a tu corazón en todas las naciones adonde HaShem tu Dios te haya desterrado” (LBLA revisada)

Hemos dicho que ya se han cumplido todas las bendiciones y maldiciones en la historia del pueblo de Israel y que estamos viviendo en el tiempo del cumplimiento de esta profecía. Ahora es el tiempo cuando los asimilados son llamados a regresar a su origen.

La palabra hebrea “shuv[5] aparece seis veces en este capítulo, en los versículos 1, 2, 3 (dos veces), 8 y 10. “Shuv” significa:  Q. volver(se), repetir, convertirse, desistir, cambiar; Polel hacer volver, restaurar, pervertir(se); Hi. hacer volver, devolver, hacer girar, pagar, quitar, volver a, convertir(se), calmar, restituir, apartar(se), responder, retirar; Ho. ser restituido, devuelto.[6]

Este pasaje de las Escrituras habla de una vuelta del pueblo de Israel en los últimos tiempos cuyas dimensiones el mundo no ha visto jamás. En otras ocasiones el mundo ha visto la salida de Israel de dos países, Egipto y Babilonia, pero esta vez el mundo verá el levantamiento y la salida de Israel de todas las naciones de la tierra. La Torá y los Profetas no están hablando solamente de la vuelta de los que han mantenido su identidad judía a lo largo de la historia, puesto que son contables, sino las Escrituras Sagradas están hablando de una vuelta de las doce tribus de Israel que no se pueden contar por su gran multitud.

Queridos lectores, estamos empezando a presenciar uno de los milagros más grandes de la historia; la gran vuelta de los hijos de Israel. ¿La vuelta a qué? La Torá nos da la respuesta. Hay cinco tipos de vuelta expresados en este texto:

  1. La vuelta al corazón de toda la historia de Israel, v. 1.
  2. La vuelta de la familia al Eterno, el Dios de Israel, y a todos sus mandamientos escritos en la Torá de Moshé, v. 2.
  3. La vuelta a la Tierra de Israel de los que fueron llevados en cautiverio, v. 3.
  4. La vuelta a escuchar la voz del Eterno para guardar todos los mandamientos de la Torá, v. 8.
  5. La vuelta al Eterno con todo el corazón y con toda el alma, v. 10-14.

Este es el programa de redención de Israel que el Eterno tiene para nuestro tiempo.

Si analizamos esta profecía vemos que está hablando a los descendientes de Israel que han experimentado las maldiciones, que están escritos en el capítulo 28, y que viven fuera de la tierra de Israel y que no han tenido la historia de Israel presente en su corazón y que no han estado amando a HaShem con todo su corazón y con toda su alma y por eso no le han obedecido guardando sus mandamientos. En este tiempo estamos viendo, cada vez más, como persona por persona es tocada por el Mesías de Israel para ser involucrada en este proceso de vuelta, en la última redención de Israel antes del regreso del Mesías Yeshúa. Este movimiento está tocando millones de vidas en el mundo entero en estos momentos, conforme a la palabra que dice: “en todas las naciones” (30:1).

El primer tipo de vuelta

Lo primero que sucede en estas personas, que en este tiempo son visitadas por el Mesías Yeshúa, es que se empiezan a identificar como hijos de Israel o como judíos. Entran en una crisis de identidad haciéndose la pregunta: “¿quién soy?”. Ya no se sienten gentiles. Ya no se sienten excluidos del pueblo de Israel. Sienten que los judíos son sus hermanos.

Los que fueron enseñados y criados en el mundo cristiano se dan cuenta de que han sido engañados por un sistema que les ha dado una identidad falsa, separada de Israel. De repente se sienten extraños al vocabulario cristiano y griego, y se identifican con el vocabulario hebreo. Experimentan que las canciones judías tocan lo más íntimo de su ser. Tienen deseos de danzar las danzas hebreas. Lloran cuando oyen HaTikvá – el himno nacional de Israel. Se identifican con la historia del pueblo de Israel, y así llegan a cumplir el texto de Deuteronomio 30:1 donde habla de que “todas estas cosas” que han venido sobre Israel volverán a estar en el corazón de los que están haciendo teshuvá (vuelta) en los últimos tiempos. Se sienten identificados con los judíos que fueron llevados a los campos de exterminio nazi. Si hubieran vivido en ese tiempo serían también parte de los que sufrieron allí. Les gusta ver películas judías para poder conocer a su familia. Tienen deseos de leer literatura judía, vestirse como judíos, hablar como judíos, comer como judíos, cantar como judíos, celebrar el shabat y todas las fiestas de Israel y vivir un estilo de vida judía en sus familias. Es una vuelta a la identidad israelita. El alma judía está resucitando dentro de ellos. No hay nada que puede parar esta sensación interior de ellos. Están enfrentando oposición religiosa, maldiciones, rechazos por sus propios familiares. Hermanos, hermanas, padres, madres e hijos los están rechazando por haberse “vuelto locos”. No les importa ser humillados, malinterpretados, perseguidos, maltratados y calumniados, con tal que puedan “volver a casa”. Saben que lo que está pasando dentro de ellos es obra divina. En medio de sus temores e inseguridad hay algo interior que les está dando ánimo para seguir adelante y esta fuerza interna es más poderosa que todas las oposiciones externas. Ellos saben que son parte del programa del Eterno para la restauración de Israel en los últimos tiempos, y no quieren perder esta oportunidad por nada en el mundo. Están dispuestos a dar sus vidas por amor a ese Rabino Yeshúa de Natseret redescubierto como el verdadero Mesías de Israel que un día dio su vida por ellos para darles herencia entre los judíos. Tienen un grito en su interior que dice: “Tu pueblo es mi pueblo y tu Dios es mi Dios”.

Este es el cumplimiento de la primera vuelta expuesta en este texto, la vuelta al corazón de la identidad de la historia del pueblo de Israel.

El segundo tipo de vuelta

30:2 “y vuelvas a HaShem tu Dios, y le obedezcas conforme a todo lo que yo te ordeno hoy, tú y tus hijos, con todo tu corazón y con toda tu alma” (LBLA revisada) – El segundo tipo de vuelta, de la cual se habla, es la vuelta de la familia al Eterno, el Dios de Israel, y a todos sus mandamientos escritos en la Torá de Moshé rabenu. En primer lugar se trata de entrar en una relación mucho más profunda con el Eterno, al tener la revelación de las Escrituras desde el punto de vista hebreo, no gentil/griego. Su forma de pensar va cambiando de manera que van entendiendo la Palabra Escrita como nunca antes. Es como si un velo hubiese caído de la mente y ahora pueden ver la grandeza del Eterno y respetar su Torá de manera muy profunda. Son concienciados de que el Eterno no puede cambiar sus palabras, ni cambiar o anular sus pactos y sus mandamientos. Lo que fue verdad hace 3500 años, sigue siendo verdad ahora. Los mandamientos de la Torá de Moshé ya no son vistos como algo del pasado, sino como algo sumamente actuales y aplicables a la vida diaria hoy. Surge en ellos un deseo muy profundo de estudiar y aprender cómo cumplir los mandamientos que aplican a la vida personal, familiar y comunitaria. Ya entendieron que el amor al Eterno se manifiesta, no solamente en emociones extáticas y canciones de amor, sino en obediencia diaria de los preceptos eternos escritos en la Torá de HaShem que fue dada por medio de Moshé.

En segundo lugar se trata de una revelación de la importancia de la familia. Antes estaban más interesados en el bienestar personal y buscaban al Eterno por amor a sí mismos. Ahora se han dado cuenta que la vida espiritual tiene que ver con la familia. Ven como Avraham fue escogido justamente para ser un padre, porque tenía la capacidad de transmitir a sus hijos lo que el Eterno le estaba revelando. Entienden que tienen que vivir la Torá en la familia. El hogar se convierte en un lugar de encuentro con el Dios de Israel. El shabat familiar se torna en un momento de encuentro con la Eternidad. La mesa del comedor se convierte en un altar donde se come delante del Eterno y donde se habla de las cosas divinas. La vida sexual ya no es un medio para satisfacer los instintos bestiales, sino se transforma en una experiencia divina llena de santidad y pureza. El respeto a la autoridad del esposo y el padre es restaurado. El amor desinteresado por parte del esposo hacia su esposa se convierte en un interés profundo para satisfacer las necesidades de ella y en una ayuda práctica para descargarla en sus muchos quehaceres en el hogar. Las conversaciones con los hijos se vuelven parte de un plan eterno para cada uno de ellos. Los hijos son vistos como regalos divinos, portadores del llamado a ser parte de un pueblo santo que es entrenado para cumplir los mandamientos del Eterno y combatir la idolatría y vencer en la gran tribulación y finalmente ver el regreso del Mesías en las nubes del cielo.

El tercer tipo de vuelta

30:3 “entonces HaShem tu Dios te hará volver de tu cautividad, y tendrá compasión de ti y volverá a recogerte de entre todos los pueblos adonde HaShem tu Dios te haya dispersado.” (LBLA revisada) – Aquí se habla de la respuesta del Eterno a la entrega de estas personas según ha sido expuesto en los dos puntos anteriores. Si el pueblo esparcido entre todas las naciones vuelve a su identidad israelita y vuelve al Eterno su Dios y a Su Torá dada por Moshé con todo el corazón y con toda el alma, entonces HaShem hará que regresen del destierro para habitar la tierra de Israel. Esta vuelta no es la que hemos visto durante los últimos dos siglos, cuando los judíos han vuelto a Israel de casi todas las naciones de la tierra, aunque es cierto que en esa vuelta hemos visto un cumplimiento parcial de estas promesas. Este texto habla de algo mucho más grande. Está  hablando primero de una vuelta al Eterno y a toda Su Torá, incluyendo el mandamiento que habla de creer en Yeshúa, que fue el Profeta como Moshé, cf. Deuteronomio 18:15.

El que vuelve a HaShem le hace caso, y Él ha dado, y sigue dando, testimonio acerca de Su Hijo Yeshúa. El que escucha al Padre viene a Yeshúa. El que no viene a Yeshúa no está haciendo caso a HaShem. El que rechaza a Yeshúa como el Mesías, está rechazando a HaShem que le ha hecho Mashíaj y Adón – Señor – primeramente sobre el pueblo judío, y también sobre todas las personas de la tierra.

La vuelta a HaShem en los últimos tiempos implica por lo tanto la vuelta a la Torá viviente, Yeshúa HaMashíaj. Cuando esto suceda, entonces HaShem hará un gran milagro. Los llevará a la tierra que fue prometida a la descendencia de Avraham, Yitsjak y Yaakov.

30:4 “Si tus desterrados están en los confines de la tierra, de allí HaShem tu Dios te recogerá y de allí te hará volver.” (LBLA revisada) – Este texto nos enseña que el movimiento de restauración de la herencia judía de los descendientes de Israel, tiene que empezar en los lugares más lejos de la tierra de Israel. Por eso este movimiento es más fuerte en los países que están más lejos de Israel, porque “de allí” el Eterno está empezando su obra de restauración en los últimos tiempos. Como la semilla de los hijos de Israel fue sembrada desde la tierra de Israel hasta los confines del mundo, ahora está llegando el momento de la gran cosecha, de la cual se habla en los profetas, empezando por los países más remotos desde Israel y siguiendo por los países más cercanos hasta que todo el mundo vea que el que dispersó a Israel también lo recogerá sin dejar a ninguno fuera.

“te tomará” – Esta expresión puede ser entendida como una referencia al segundo paso matrimonial, según la tradición hebrea, el casamiento, llamado nisuín (elevaciones) y lakaj (tomar), cuando la mujer es tomada e introducida bajo la jupá (palio nupcial) en la casa del padre del novio. Aquí vemos como la boda del Cordero es anunciada en la Torá de Moshé. Esa boda se hará en Yerushalayim y celebrada durante mil años.

30:5 “Y HaShem tu Dios te llevará a la tierra que tus padres poseyeron, y tú la poseerás; y Él te prosperará y te multiplicará más que a tus padres.” (LBLA revisada) – Según el R. Munk,[7] esto puede ser una referencia al engrandecimiento del territorio de Israel.

30:6 “Y HaShem tu Dios circuncidará tu corazón y el corazón de tus descendientes, para que ames a HaShem tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, a fin de que vivas.” (LBLA revisada) – En Deuteronomio 10:16 hay una exhortación al pueblo para circuncidar el prepucio de su corazón. Pero aquí el Eterno promete que Él mismo circuncidará el corazón de los padres y de los hijos que han hecho teshuvá. Ya hemos hablado de esto en otra ocasión, y por eso sólo vamos a destacar en este momento que se trata aquí de la eliminación definitiva del yetser hará, la inclinación al mal. Esto se cumplirá cuando finalmente el pueblo de Israel sea visitado por el Mesías Yeshúa en su segunda venida.

“a fin de que vivas” – Aquí se refiere a la vida eterna, como resultado de la circuncisión definitiva del corazón.

Quinta aliyá, 30:7-10

30:7 “El Eterno tu Dios pondrá todas estas maldiciones sobre los enemigos y sobre los aborrecedores que te persiguieron.” (LBLA revisada) – Esto se refiere a toda la historia pero finalmente también al momento del regreso del Mesías cuando serán destruidos todos los ejércitos que hayan hecho guerra contra Yerushalayim, cf. Zacarías 14.

El cuarto tipo de vuelta

30:8-9 “Y tú volverás a escuchar la voz de HaShem, y guardarás todos sus mandamientos que yo te ordeno hoy. Entonces HaShem tu Dios te hará prosperar abundantemente en toda la obra de tu mano, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu ganado y en el producto de tu tierra, pues HaShem de nuevo se deleitará en ti para bien, tal como se deleitó en tus padres” (LBLA revisada) – No sé si hay que entender este pasaje como una repetición reforzada de lo que se dijo anteriormente, o como una referencia a otro grupo de personas dentro de Israel.

Si se entiende como un grupo de personas dentro de Israel, diferente al que ha sido presentado en los versículos 1-7, podemos entenderlo no como los que anteriormente recibieron a Yeshúa como el Mesías y por eso fueron tomados como parte de la novia o invitados a las bodas y transformados en inmortales, sino como aquellos hijos de Israel que justo en el momento del regreso de Yeshúa le reciban como su Salvador. Estos tendrán la tierra de Israel como su herencia física mientras que los que formen parte de la novia del Mesías reinarán con él desde Yerushalayim durante los mil años en el reinado mesiánico.

Los descendientes que sólo son como el polvo de la tierra tendrán su deleite en la Torá del Eterno durante ese reinado mesiánico de mil años.

El quinto tipo de vuelta

30:8b, 10 “guardarás todos sus mandamientos… si obedeces a la voz de HaShem tu Dios, guardando sus mandamientos y sus estatutos que están escritos en este rollo de la Torá, y si te vuelves a HaShem tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma.” (LBLA revisada) – Aquí están incluidos todos los 613 mandamientos que van a ser guardados durante el reinado mesiánico, incluyendo los mandamientos del culto en el Templo y los sacrificios de animales. Esto nos muestra que el Templo tendrá que ser reedificado en relación a esta vuelta en los últimos tiempos y el regreso del Mesías, cf. Ezequiel cap. 40-48.

Sexta aliyá, 30:11-14

30:11-14 “Este mandamiento que yo te ordeno hoy no es muy difícil para ti, ni está fuera de tu alcance. No está en el cielo, para que digas: “¿Quién subirá por nosotros al cielo para traérnoslo y hacérnoslo oír a fin de que lo guardemos?” Ni está más allá del mar, para que digas: “¿Quién cruzará el mar por nosotros para traérnoslo y para hacérnoslo oír, a fin de que lo guardemos?” Pues la palabra está muy cerca de ti, en tu boca y en tu corazón, para que la guardes.” (LBLA revisada) – Según Najmánides este texto habla del mandamiento de la teshuvá (vuelta, arrepentimiento) mencionado anteriormente en esta escritura. Sin embargo, la mayoría de los rabinos, entre ellos Rashí, dicen que se trata de la Torá en general. El rabino Shaúl está dando una aplicación mesiánica a este texto, desde el nivel drash mostrando que el mandamiento al que se está refiriendo es el Mesías, la Torá viviente, como está escrito en Romanos 10:6-10:

“Pero la justicia que es de la fe, dice así: NO DIGAS EN TU CORAZÓN: “¿QUIEN SUBIRÁ AL CIELO?” (esto es, para hacer bajar al Mesías), o “¿QUIEN DESCENDERÁ AL ABISMO?” (esto es, para subir al Mesías de entre los muertos). Mas, ¿qué dice? CERCA DE TI ESTA LA PALABRA, EN TU BOCA Y EN TU CORAZÓN, es decir, la palabra de fe que predicamos: que si confiesas con tu boca a Yeshúa por Señor, y crees en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvo; porque con el corazón se cree para justicia, y con la boca se confiesa para salvación.” (LBLA revisada)

Observe la conexión entre arrepentimiento y guardar los mandamientos, y ser salvo por medio de reconocer a Yeshúa como el Señor resucitado. Hay un mandamiento que trae salvación más que ningún otro, el que habla de escuchar y obedecer al Profeta como Moshé, cf. Deuteronomio 18:15. El que cumple ese mandamiento se salvará eternamente, como está escrito en Hechos 16:31:

“Ellos respondieron: Cree en el Señor Yeshúa, y serás salvo, tú y toda tu casa.” (LBLA revisada)

Además podemos entender estos textos de manera que la salvación que se da por medio de Yeshúa es la puerta para una vida en obediencia a los demás mandamientos.

Séptima aliyá, 30:15-20

30:15 “Mira, yo he puesto hoy delante de ti la vida y el bien, la muerte y el mal” (LBLA) – El Eterno no obliga a nadie andar en el camino correcto. Él nos informa acerca de los dos caminos, el de la vida y el de la muerte, y nosotros tenemos la libertad para escoger. No podemos obligar a nadie a amar a HaShem y a creer en Yeshúa. Cada uno tiene que elegir. Sin embargo, tenemos que informar a todo el mundo que la elección de cada uno trae consecuencias eternas. Hay graves consecuencias al no obedecer a HaShem que nos manda escoger el camino de la vida y cuando manda a todos los hombres arrepentirse de sus malos caminos y abandonar los ídolos, como está escrito en Hechos 17:30.

“Por tanto, habiendo pasado por alto los tiempos de ignorancia, Dios declara ahora a todos los hombres, en todas partes, que se arrepientan”

En Hechos 13:38-41 está escrito:

“Por tanto, hermanos, sabed que por medio de él os es anunciado el perdón de los pecados; y que de todas las cosas de que no pudisteis ser justificados por la Torá de Moshé, por medio de él, todo aquel que cree es justificado. Tened, pues, cuidado de que no venga sobre vosotros aquello de que se habla en los profetas: MIRAD, BURLADORES, MARAVILLAOS Y PERECED; PORQUE YO HAGO UNA OBRA EN VUESTROS DIAS, UNA OBRA QUE NUNCA CREERÍAIS AUNQUE ALGUNO OS LA DESCRIBIERA.” (LBLA revisada)

La libertad implica responsabilidad. No hay libertad sin responsabilidad.

30:19 “Al cielo y a la tierra pongo hoy como testigos contra vosotros de que he puesto ante ti la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Escoge, pues, la vida para que vivas, tú y tu descendencia” (LBLA revisada) – El hombre tiene facultad para escoger el camino de la vida o el de la muerte. Pero HaShem le ordena a escoger el camino de la vida. El que no lo hace se rebela contra el Eterno y sufrirá la muerte por su rebelión.

El cielo y la tierra son testigos en contra de todos los pecados del pueblo de Israel. Por lo tanto tendrán que ser destruidos después del milenio tanto el cielo como la tierra para que no queden testigos que recuerden los pecados de Israel, cf. Isaías 65:17; 66:22; Mateo 5:18; 2 Pedro 3:13; Revelación 21:1.

30:20 “amando a HaShem tu Dios, escuchando su voz y allegándote a Él; porque Él es tu vida y la largura de tus días, para que habites en la tierra que HaShem juró dar a tus padres Avraham, Yitsjak y Yaakov.” (LBLA revisada) – El camino de vida es el camino del amor al Eterno. El amor al Eterno se manifiesta en obediencia a Su voz y en una relación muy íntima con Él.

“Él es tu vida” – Él mismo es la vida eterna, como está escrito en 1 Juan 5:20:

“Y sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento a fin de que conozcamos al que es verdadero; y nosotros estamos en aquel que es verdadero, en su Hijo Yeshúa HaMashíaj. Este es el verdadero Dios y la vida eterna.” (LBLA revisada)

La palabra “Este” hace referencia al Padre, no a Yeshúa. El Padre es el verdadero Dios y la vida Eterna, y esa vida eterna la ha depositado en su Hijo Yeshúa, como está escrito en 1 Juan 5:12:

“El que tiene al Hijo tiene la vida, y el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida.” (LBLA)

Querido lector ¿has escogido el camino de la vida? HaShem te ordena que te arrepientas del mal camino y escojas el buen camino que lleva a la vida. Si escoges el camino de la vida ahora y confías en la redención que hay en Yeshúa, serás salvo.


[1]       Sanedrín 110b.

[2]       Strong H2344 chôl, khole, From H2342; sand (as round or whirling particles): – sand.

[3]       Strong H2342 chûl  chîyl, khool, kheel, A primitive root; properly to twist or whirl (in a circular or spiral manner), that is, (specifically) to dance, to writhe in pain (especially of parturition) or fear; figuratively to wait, to pervert: – bear, (make to) bring forth, (make to) calve, dance, drive away, fall grievously (with pain), fear, form, great, grieve, (be) grievous, hope, look, make, be in pain, be much (sore) pained, rest, shake, shapen, (be) sorrow (-ful), stay, tarry, travail (with pain), tremble, trust, wait carefully (patiently), be wounded.

[4]       Ortiz V., Pedro, Léxico Hebreo-Español y Arameo-Español, (Santa Engracia, Madrid: Sociedad Bíblica) 2000.

[5]       Strong H7725 shûb, shoob, A primitive root; to turn back (hence, away) transitively or intransitively, literally or figuratively (not necessarily with the idea of return to the starting point); generally to retreat; often adverbially again: –  ([break, build, circumcise, dig, do anything, do evil, feed, lay down, lie down, lodge, make, rejoice, send, take, weep]) X again, (cause to) answer (+ again), X in any case (wise), X at all, averse, bring (again, back, home again), call [to mind], carry again (back), cease, X certainly, come again (back) X consider, + continually, convert, deliver (again), + deny, draw back, fetch home again, X fro, get [oneself] (back) again, X give (again), go again (back, home), [go] out, hinder, let, [see] more, X needs, be past, X pay, pervert, pull in again, put (again, up again), recall, recompense, recover, refresh, relieve, render (again), X repent, requite, rescue, restore, retrieve, (cause to, make to) return, reverse, reward, + say nay, send back, set again, slide back, still, X surely, take back (off), (cause to, make to) turn (again, self again, away, back, back again, backward, from, off), withdraw.

[6]       Ortiz V., Pedro, Léxico Hebreo-Español y Arameo-Español, (Santa Engracia, Madrid: Sociedad Bíblica) 2000.

[7]       La Voz de la Torá, pág. 1793

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